jueves, 26 de abril de 2012

Las políticas de género: ¿por la igualdad o la diferencia?

Al hablar de políticas de género cabe destacar que llega a haber discusiones entre políticas que tengan como propósito igualar la situación, derechos y oportunidades de las mujeres a las que poseen los hombres o el propósito de tratar de brindarles derechos y oportunidades tomando como base la y aceptando la diferencia entre ambos sexos.

Bajo estas perspectivas de la discusión se conceden sólo dos dimensiones del problema, justo lo opuesto de lo que pudiera resultar más efectivo.

Las críticas a las políticas que siguen las líneas de igualdad tienen que ver con que el punto de referencia para conceder derechos y oportunidades es el varón, es decir, se refuerza la universalidad del hombre. En cuanto a las críticas de las políticas que tratan de incorporar contenidos de género respetando la diferencia de los sexos, se encuentra la legitimación y el reforzamiento de ciertos estereotipos femeninos y masculinos, pues es difícil que de manera precisa y rigurosa las instituciones y sociedades se despojen de ciertas construcciones culturales.

Así pues, entre debates y discusiones no se logra llegar a un resultado multidimensional y matizado, en el que se atiendan las necesidades y derechos del ser humano, como ser humano y como ciudadano. Como refiere Nancy Fraser (1997) la complejidad de estos asuntos no permite analizarlos desde una dimensión de igualdad o diferencia, sino desde una visión más plural siguiendo los principios normativos de antipobreza y antiexplotación y que desafortunadamente estos, azotan en mayor número a mujeres que a hombres.

La incorporación de una visión o la otra presenta ciertas limitaciones en cualquiera de los sectores en los que se desee trabajar. Por ejemplo, en el campo de las oportunidades laborales se considera que la mujer debe participar y tener acceso a derechos y oportunidades en la misma medida en que lo hace el varón, sin embargo, ¿es que los horarios, salarios, condiciones de trabajo, derechos y oportunidades de los hombres son las mejores como para no sólo perpetuar, sino expandir ciertas situaciones de desventaja, opresión y abuso que ya se comete con ellos?

Por otro lado y siguiendo con políticas que refuerzan las diferencias de género, al conceder a la mujer mayores derechos y accesos a servicios de cuidado como guarderias, licencias y permisos de maternidad, etc. sin el involucramiento del varón o padre de familia en ellas ¿no se refuerza también la obligación prioritaria del cuidado de l@s hij@s a la mujer?, ¿el padre no tiene derecho a ejercer su paternidad de una manera más amplia?

Tal vez desde otra dimension menos polarizada podríamos ver que una de las causas es la estructura del sistema la que resulta inadecuada para los tiempos actuales. Las formas de organización y de producción se han ido modificando a la par que ha ido evolucionando el tejido social. Las políticas de la fuerza de trabajo y de producción y consumo de bienes y servicios no es la misma que cuando las políticas de mercado se encontraban más limitadas y la intervención del Estado en su regulación era más evidente; no es la misma que cuando la fuente de ingresos de una sola persona era suficiente para mantener a una familia, no es la misma que cuando no era tan voráz la explotación mercadológica y el propósito de infundir en el colectivo social a través de medios tecnológicos de información y comunicación una insaciable necesidad por consumir, por dictar los propósitos de vida de las personas, sus deseos y estándares de felicidad y realización. De pronto "las necesidades" aumentaron y los recursos se reducen cada vez más. Y entre esas. muchas, muchas cuestiones más han cambiado.


Ha evolucionado todo menos la estructura y organización de la fuerza laboral, de ahí que dejemos abierta la interrogación: ¿con estas políticas de género se pretende mejorar la situación de la mujer? es decir, ¿yo como mujer aspiro a encontrarme en la misma situación de injusticias, desempleo, corrupción, opresión, abuso, vulnerabilidad que en la que se encuentra el varón?

Claro los indicadores muestran que a partir de esa situación vulnerable en la que ya se encuentra la población masculina la mujer se encuentra todavía en mayor desventaja, sin embargo, ¿estamos luchando para llegar a una situación "menos peor" o por una situación mejor, digna y equilibrada para ambos?

De eso se deben tratar las políticas de género y por eso cuando alguien repela o cuestiona la importancia de estas, habrá que decirle que es algo que no es como se piensa erroneamente, sólo beneficia a la mujer, sino a tod@s bajo distintas dimensiones.

Mlch

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